- rsamultimedia
- 10 de febrero de 2021
- 15:57
Hay una vieja premisa que afirma: “Nada es gratis. Si no estás pagando por el producto, entonces el producto sos vos”. Su validez sigue tan vigente como el día que fue planteada y nada parece que vaya a alterarla. Sin embargo, la conciencia del usuario puede marcar una diferencia.
Sí, somos un producto. Es una realidad tangible con solo abrir las redes sociales o buscar algo por internet. Pero en la medida que sepamos que somos blanco de la invasión publicitaria podremos tener un mejor control sobre cómo queremos recibirla.
Cómo controlar la huella digital
Nuestro nombre, edad y localización son los principales datos que la mayoría de sitios y redes sociales tienen de nosotros ¿qué otros datos conocen? La polémica desatada por WhatsApp al anunciar que compartiría datos de sus usuarios con Facebook reveló que la app de mensajería rastreaba más información de la que parecía necesaria para funcionar. Mientras que Telegram o Signal apenas requieren nuestro número de teléfono para funcionar, WhatsApp recolecta hasta la marca del celular que usamos.
Pues bien, no es el único. El gran recaudador de información privada es Google pero a diferencia de Facebook o WhatsApp ofrece una forma de ver exactamente todos los datos que recolecta sobre nosotros.
Esa huella digital que dejamos al entrar en internet se puede ver en adssettings.google.com.
Si estamos logueados en Google e ingresamos a ese sitio se enumera toda la información que la empresa almacena sobre nosotros.
No es una función oculta ni secreta aunque tampoco es el servicio más promocionado por Google.
Qué datos nuestros quedan en la red
Edad y género son los indicadores más obvios que quedan en internet después de navegar pero no son los únicos. Estado civil, si tenemos hijos o no, preferencias de ocio, actividad laboral y todo lo que hemos googleado por cualquier razón.
Con toda esa información se arma un perfil al que se orienta la publicidad en Google y es una máquina tan bien aceitada que más de una vez aparece un aviso que muestra exactamente lo que estábamos necesitando.
Google en el sitio aclara que toda la información que obtiene no la vende a terceros sino que solo la conecta con los anuncios de auspiciantes.
Trish Kabob, una mujer dedicada al sector de la comercialización digital, se ha vuelto viral con un video donde muestra alarmada toda la información que google recopiló sobre ella. “Si alguna vez pensaste ‘eh, este es un anuncio extraño para mí’, en realidad hay un sitio web al que puedes ir para ver todas las suposiciones que Google ha hecho sobre ti en función de tus búsquedas anteriores”. Luego añade: “No creo que nadie se dé cuenta de lo invasivo que es Google”.
Cómo poner límites
Más allá de la visión alarmista, es importante entender que “espiar” lo que hacemos para poder vendernos publicidad es el negocio principal no sólo de Google sino de la mayoría de las grandes empresas.
La buena noticia es que podemos limitar la recopilación de datos dentro del mismo sitio que ofrece Google. En el sitio se puede desactivar la personalización de anuncios aunque eso no borra el perfil elaborado y asociado a tu cuenta. Tampoco significa que no vas a recibir anuncios cuando uses Google, Youtube o Gmail. Sin embargo, cerrar la canilla de datos ayuda a reducir la huella que vamos dejando.
¿Hay forma de engañar a Google? Sí, e incluso hay quienes lo hacen sin querer. Los periodistas somos el mejor ejemplo. Las personas que por trabajo realizan muchas búsquedas – que además parecen inconexas- arman un perfil más diverso pero también más difuso. En cambio quienes hacen búsquedas más personales brindan datos para un perfil más específico y probablemente reciban anuncios muy precisos basados en sus búsquedas.
El cúmulo de información que se puede observar en adssettings.google.com es un reflejo de nuestra personalidad y es hora de decidir qué tan expuesta queremos que esté.
Limpiar historial y cookies, hacer búsquedas en modo incógnito y ver redes sociales sin loguearse son algunas de las otras acciones que podemos sumar para resguardar un poco nuestro rastro digital aunque no podremos borrarla totalmente.
Cómo controlar los anuncios que ves
Editar la información o los intereses:
- Entrar a la cuenta personal de Google.
- En el panel de navegación de la izquierda, hacer clic en Datos y personalización.
- En el panel Personalización de Anuncios, hacer clic en Ir a Configuración de anuncios.
- Si la opción Personalización de Anuncios está desactivada, actívala.
- En “Cómo se personalizan tus anuncios”, selecciona tu información personal o tus intereses.
- Para actualizar la información, selecciona Actualizar y sigue los pasos que se indican en pantalla.
- Para quitar un interés, selecciona Desactivar. Para confirmar la operación, selecciona Desactivar.
- Para recuperar un interés, selecciona Factores desactivados. A continuación, elige un interés y selecciona Volver a activar.
- Si no querés que se te muestren anuncios personalizados, desactiva la opción Personalización de Anuncios en adssettings.google.com
¿Hay vida sin Google?
La respuesta corta es sí. La más larga, además de la afirmación, incluye alternativas al buscador. Sin embargo, vamos a aclarar un punto antes de continuar: Google es el mejor motor de búsquedas de la actualidad y su éxito se basa en los datos que recolecta de sus usuarios.
Ese modelo tan eficiente es también el centro de los cuestionamientos porque, según los expertos, atenta contra la privacidad de las personas.
Entre las alternativas disponibles están Bing o Yahoo pero el que más destaca es DuckDuckGo. Este motor de búsqueda ha tenido un crecimiento exponencial en el último tiempo y la razón es su alto nivel de protección de datos de sus usuarios.
¿Cómo funciona DuckDuckGo? Es un motor de búsqueda híbrido, esto quiere decir que además de utilizar su propio rastreador también utiliza la API de los principales motores de búsqueda que hay en Internet y combina todo para dar resultados a los usuarios.
¿Y cómo gana dinero sin rastrear datos de los usuarios? DuckDuckGo tiene anuncios pero los orienta en base a las búsquedas de los usuarios y no a sus datos personales.
Por ejemplo, si alguien busca la palabra “heladera” mostrará información relacionada y también ofertas de heladeras pero sin saber si el usuario es hombre o mujer, dónde vive o de qué trabaja.
Créditos
https://www.losandes.com.ar/muy-tecno/si-lo-googleaste-quedo-guardado-asi-es-la-huella-digital-que-dejamos-en-internet/?fbclid=IwAR0XQ_EjHDI0LYHvTFLon9HzB830HPba4XguMAB4SGS-Sjz6BdYXSksSsvM